Y en verdad el cristal estaba empezando a deshacerse, como si de una niebla plateada y brillante se tratara.
Al instante, Alicia había traspasado el espejo y se había dejado caer con suavidad en el salón de la casa del otro lado.
Alicia a través del espejo, Lewis Carroll
A partir del próximo fin de semana, en vuestros bares preferidos de Lavapiés, Latina (un saludo para el Luisito y compañía, y su bareto "La cara B" en la calle del Águila, heavy metal forever), Mañasaña, Huertas...)
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