Hace unos años andaba yo vendiendo el fanzine por los bares de Lavapiés. Ese número llevaba un artículo sobre Lou Reed, y un chico me contaba que lo único que no le gustaba de él era su forma suicida de vivir, ya sabéis, las drogas y todo eso... Le dije: "¿sabes cuántos años tiene ya? si fuese un nihilista asqueado del mundo, estaría muerto hace mucho tiempo". Y Lou continuó viviendo. Hasta ayer mismo. No me gustan los domingos, nunca me gustaron, y ahora sé por qué.
Y en verdad el cristal estaba empezando a deshacerse, como si de una niebla plateada y brillante se tratara. Al instante, Alicia había traspasado el espejo y se había dejado caer con suavidad en el salón de la casa del otro lado. Alicia a través del espejo, Lewis Carroll
lunes, 28 de octubre de 2013
Hace unos años andaba yo vendiendo el fanzine por los bares de Lavapiés. Ese número llevaba un artículo sobre Lou Reed, y un chico me contaba que lo único que no le gustaba de él era su forma suicida de vivir, ya sabéis, las drogas y todo eso... Le dije: "¿sabes cuántos años tiene ya? si fuese un nihilista asqueado del mundo, estaría muerto hace mucho tiempo". Y Lou continuó viviendo. Hasta ayer mismo. No me gustan los domingos, nunca me gustaron, y ahora sé por qué.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario